miércoles, 8 de octubre de 2008

De repente, un extraño

¿Para cuándo un arbitro pitando en el Cuvillo?

El título de mi artículo de hoy tiene nombre de película. Película normalita para aquellos que les guste el suspense. De este género es todo lo que le está pasando a nuestro Racing por lo que vemos jornada a jornada en los terrenos de juego. Nuestro equipo juega medianamente bien, crea ocasiones, se planta bien en el campo, pero dejamos escapar los puntos siempre en los últimos minutos. Problema de concentración, de inexperiencia, ¿de un extraño? Puede ser. Un extraño vestido de negro que resulta ser un gran peligro para los intereses portuenses y que aunque van disfrazados con distintos nombres domingo tras domingo, todos llevan un mismo fin. El fin ya se lo imaginan. No es de recibo que en los partidos que hemos jugado en el Cuvillo, aún no hayamos recibido un arbitraje al menos decente, un arbitraje que mida por el mismo rasero a ambos equipos y que no pase de ser lo que tiene que ser, un juez en el campo. Lo último que ya que me quedaba por escuchar, es lo que el trencilla de turno quería hacer con nuestro equipo. No contento del trato desigual que había dado sobre el terreno de juego y como no estaba satisfecho de cómo habían terminado las cosas, solo se le ocurre querer hacer reflejar en acta que desde la megafonía del club se menospreciaba a los rivales ya que cuando se producía un cambio, por esta sonaba los clarines de una plaza de toros por la cual se refleja cuando el animal va a saltar al ruedo. Un compañero de esta web, árbitro también, le indica que eso no es así, y que ese sonido suena por un megáfono de un aficionado. Le cuesta creerle, porque este va vestido con la camiseta del Racing, pero gracias a dios que estaba allí, porque de lo contrario el portuense esta semana hubiese tenido multa. Es increíble, pero cierto. A El Puerto sólo vienen a ser los protagonistas y les importa un "pepino" el jugar con la ilusión de toda una afición. Sólo les pido dos cosas a los señores de negro, que no nos den pero que tampoco nos quiten y que se dediquen a lo que se tienen que hacer, pitar, y no buscar motivos para sancionar a un club pobre, porque a estos señores me gustaría a mi verlos actuar en el Carranza o Chapín. Por cierto, para terminar, Burgueña, ¡qué cara tienes!

Saludos

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