VAmos de mal en peor.
Un empresario argentino del mundo de la comunicación, Marcelo Tinelli, llegó hace algunos años a Badajoz. El equipo estaba en Segunda y había que «subir a Primera como sea». Aireó que iban a vincularse al equipo nombres de talla mundial como Dunga, Cannigia, Okocha y Burrutxaga e inclusoMaradona... Pero la llegada de Tinelli provocó el efecto contrario en el Badajoz: actualmente, el equipo milita en Tercera tras sufrir un descenso por impago en 2006.
Un compatriota de Tinelli, Daniel Grinbajnk, llegó en 2004 para salvar al Leganés que también estaba en Segunda. Le avalaba su fama de promotor musical. Se hizo con el dominio de las acciones, contrató a no menos de quince futbolistas argentinos..., pero lo que fue planteado como un proyecto para situar al Leganés en Primera, en la élite, se convirtió en un fiasco. Grinbak regresó a Argentina dejando sin pagar a jugadores y empleados (hoy el equipo está en Segunda B).
Manuel Lores era un desconocido hace unos años en El Puerto. Por lo menos yo, la primera vez que lo vi fue en una Cabalgata de los Reyes Magos en nuestra ciudad .
Se presentó como «el salvador del racing» y subrayó desde el primer día que no necesitaba ingresos de nadie, que él solito llevaría al equipo a lo más alto.
Se presentó como «el salvador del racing» y subrayó desde el primer día que no necesitaba ingresos de nadie, que él solito llevaría al equipo a lo más alto.
Lores, único candidato a la presidencia, fue desgranando su receta para llevar al Portuense a Primera «limpio de deudas». Este año dijo que haría un equipo de hombres y no de nombres y que el presupuesto no seria tan alto para que hubiese problemas de pagos. Ésa fue su última promesa. Antes hubo otras: Llevar al Racing a Primera, construcción de un nuevo estadio...
Cinco años después se sigue sin pagar. Cinco años después seguimos en 2ª B. Cinco años después estamos altamente endeudados. Cinco años después el Racing no tiene entrenador en el banquillo. Cinco años después el Portuense está en riesgo de disolución porque el Presidente es incapaz de pagar y llegan los pleitos (Burgueña, Otero, Suárez, Herrera ).
Cinco años después la desconfianza que despierta el presidente en el Ayuntamiento es absoluta. Cinco años después no le creen los jugadores. Cinco años después no le creen muchos de los que le dieron los apoyos. Cinco años después tiene más pasado que futuro.
Cinco años después, el presidente ha dilapidado su imagen. Y cuando nadie quiere aparecer con él (salvo algún Pepito Grillo) es que el desprestigio se ha vuelto irremediable.
Cinco años después, el presidente ha dilapidado su imagen. Y cuando nadie quiere aparecer con él (salvo algún Pepito Grillo) es que el desprestigio se ha vuelto irremediable.
Tras el empate con el Roquetas en el Cuvillo lanzaron el rumor de que los jugadores empezarían a plantarse por los impagos si ganaban (Y acabamos de empezar).
Saludos
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